Carlos Redmond no esperaba pasarse el verano vaciando sus armarios y librándose de los alimentos ricos en sodio, pero cuando supo que padecía hipertensión crónica, hizo algunos cambios. Esta purga fue sólo el principio de un viaje transformador hacia una mejor salud para él y su familia, guiado por su búsqueda del autocuidado y una fuerte conexión con su trabajador sanitario comunitario.
En pocas visitas al médico con Kwanza Carter, enfermera de familia, Carlos fue diagnosticado de hipertensión crónica. Carlos admite que su primera reacción fue reírse de la seriedad con la que su médico abordó las implicaciones de su enfermedad. «Me reí, porque [my doctor] era severo, pero realmente no sabía qué decir». Se consideraba sano, así que recibir este diagnóstico y la medicación diaria fue una sorpresa desagradable.
Se inscribió en la iniciativa de equipos sanitarios comunitarios de Community of Hope, que pone en contacto a trabajadores sanitarios comunitarios para ayudar a pacientes con hipertensión crónica y diabetes en sus hogares y en nuestros centros de salud. Los trabajadores sanitarios comunitarios ofrecen servicios vitales, como educación sanitaria, ayuda para acceder a la atención sanitaria, asesoramiento informal y defensa de las necesidades sanitarias individuales.
«Un día, Malasia empezó a llamarme y a preguntarme por mis medicinas y otras cosas que me estresaban», dice Carlos. Al principio, esperaba que Malasia le tratara como un «sargento instructor», pero se sorprendió gratamente cuando adoptó un tono más alentador y de apoyo. «Me preguntaba en vez de decírmelo, así que eso me ayudó», dice Carlos. Hablaban por teléfono con regularidad y ella acudía a sus citas, asegurándose de que nunca estuviera solo en este viaje.
«Me pongo nervioso y ansioso en la consulta del médico, así que me vino bien tener a Malasia conmigo», dice Carlos.
Al cabo de un mes de trabajar con su nuevo equipo de apoyo, Carlos empezó a ver cambios en su salud. Carlos decidió no confiar únicamente en la medicación y adoptó un enfoque holístico. «Tenía que incluir el autocuidado en la asistencia sanitaria», subrayó. Examinó meticulosamente sus armarios e identificó el sodio como culpable habitual de su dieta. «Cuando empecé a darme cuenta de la cantidad de sodio que contenía todo lo que tenía en el armario y la nevera, opté por una dieta más integral», dice Carlos. También puso en práctica un régimen para controlar su ansiedad, que incluía dormir lo suficiente y desconectarse del mundo en «modo avión».
Cada vez que Malasia le llamaba para una revisión, se enorgullecía de compartir cómo sus cambios estaban teniendo un impacto positivo en su hipertensión. Al mes siguiente, cuando llegó el momento de volver a medir sus constantes vitales, las cifras de Carlos habían mejorado notablemente. Su dieta, combinada con su recién descubierta atención plena, desempeñó un papel crucial en este cambio positivo. Las palabras de Malasia le tranquilizaron: «Si funciona y te mantiene sano, ¿por qué no continuar?».
«Fue estupendo ver cómo mes a mes mejoraba su presión arterial y encontraba formas que le funcionaban», dice Malaysia Tyree. «Mi parte favorita de trabajar con él es ver cómo incorporó a su hija e hizo este cambio de estilo de vida para toda la familia».
Malasia puso a Carlos en contacto con el mercado agrícola local ambulante y con otros recursos para que pudiera conseguir alimentos frescos. «Llevo a mi hija conmigo para que viva la experiencia del mercado agrícola en lugar de ver sólo alimentos en las tiendas», dice Carlos. Recuerda vívidamente cuando crecía y veía cómo la gente de entornos con bajos ingresos tenía a menudo un acceso limitado a comestibles sanos. Se dedica a crear una realidad diferente para su familia.
Ahora, han pasado meses desde que Carlos se enteró de su diagnóstico y ha mejorado lo suficiente como para no necesitar ya medicación diaria.
El viaje de Carlos desde la hipertensión a la salud no es sólo un triunfo personal; es un testimonio del poder del apoyo comunitario, la atención sanitaria holística y la atención plena. Al tomar las riendas de su salud y participar activamente en programas que apoyan una mejor nutrición, Carlos espera inspirar un cambio positivo en su familia y en otras personas de su entorno.