Imagínese crecer y soñar con ser profesor. Como adulto, te entusiasma trabajar con niños, verlos aprender y crecer, y sobre todo enseñar a las niñas. Ahora imagina que esa pasión llega a un abrupto final con militantes llamando a tu puerta y amenazando a tu familia, causando tanto miedo que decides que debes huir del país para sobrevivir. Esta es la historia de Elliot, una refugiada nigeriana que huyó de su país y está construyendo una nueva vida en Washington D.C.
Elliot tiene tres hijos y pasó años manteniendo a su familia como profesora de inglés. Se tomaba esa responsabilidad muy en serio y era importante para ella. «Son mis alumnos, y realmente tengo que caminar con ellos para que tengan éxito». Cuando su país fue invadido por militantes radicales, éstos fueron a buscarla a su casa, amenazando su vida y la de sus hijos. Con el apoyo de un amigo estadounidense, Elliot consiguió salir del país y obtuvo asilo en Estados Unidos. Se vio obligada a dejar atrás a sus tres hijos -de 19, 17 y 13 años- con familiares y amigos.
En cuanto se instaló a salvo en Estados Unidos, Elliot solicitó inmediatamente que sus hijos se reunieran con ella. «Tenía un contacto mínimo con ellos y nunca pude garantizar su seguridad. Estaban en peligro y temía por sus vidas».
En 2018, Elliot se reunió con sus hijos, y su familia se mudó a un apartamento de Adams Morgan cerca de Marie Reed de Community of Hope. Este centro ofrece atención de alta calidad para todas las necesidades médicas, dentales y de bienestar emocional, incluida la coordinación de la atención a los refugiados para ayudarles a acceder al sistema sanitario.
En Nigeria, el acceso a la atención sanitaria es mínimo, sin programas gubernamentales, centros de salud comunitarios ni dispensarios cercanos. Si usted o sus hijos están muy enfermos, tienen que recorrer una larga distancia para llegar a un hospital, que generalmente está unido a una universidad. Rara vez se descubren o tratan las enfermedades subyacentes, y enfermedades agudas como la malaria -una de las principales preocupaciones de Elliot- pueden ser difíciles de tratar sin una atención sanitaria suficiente.
Elliot compartió cómo Community of Hope facilitó el acceso a la atención sanitaria para ella y su familia. Lydia, su coordinadora asistencial, la ayudó a concertar citas, archivar papeles y seguir el ritmo de la atención sanitaria. «Ahora no tengo que llamar al médico, puedo llamar a Lydia. Todos los aspectos están cubiertos: odontología, , medicina… todo está previsto. Tengo todo lo que necesito».
Elliot y su familia no sólo recibieron atención médica de Marie Reed, sino que también se sometieron periódicamente a pruebas y finalmente se vacunaron contra el COVID-19 en Community of Hope. Además, cuando la hermana de Elliot se fue a vivir con ella en marzo, Elliot llamó a Lydia, que ayudó a su hermana a ponerse en contacto con un enfermero.
Elliot ha cambiado de carrera y ahora trabaja en el campo de la medicina, preparándose para obtener el título de enfermera diplomada. Se siente inspirada por la atención que recibe en Community of Hope. Al contar su historia, espera mostrar a los demás lo valiosa que es esta red de apoyo y lo afortunadas que son las personas que tienen acceso a la asistencia en sus comunidades. Al igual que Elliot con sus alumnos, el personal de Community of Hope -desde la persona de recepción hasta su proveedor- la apoya a ella y a su familia para que todos puedan salir adelante.
Para más información sobre cómo apoyar programas como éste, visite https://www.communityofhopedc.org/donate.