Hace cinco años reabrimos las puertas de nuestro Centro de Salud Marie Reed tras una larga renovación y ampliación. Es difícil explicar el profundo impacto en la vida de las familias, pero las cifras hablan por sí solas. En 5 años, el centro ha acogido más de 72.000 visitas de casi 10.000 pacientes.
Las barreras lingüísticas pueden ser un obstáculo importante a la hora de acceder a la atención sanitaria, pero en el Centro de Salud Marie Reed estamos orgullosos de haber atendido al 23% de nuestros pacientes en idiomas distintos del inglés. Para muchos refugiados, acceder a la atención sanitaria puede ser una experiencia desalentadora y abrumadora. Por eso estamos orgullosos de haber atendido a 460 pacientes a través de nuestro programa de salud para refugiados, proporcionándoles atención vital y conexión durante una transición difícil.
Además, más de 1.300 niños han recibido atención odontológica en nuestro centro, lo que les garantiza una sonrisa brillante y sana en los años venideros.
Voces del Centro de Salud Marie Reed:
«La Comunidad de la Esperanza ha estado en DC por más de 40 años y aunque el sitio se inició inicialmente en las proximidades de la calle Belmont, nos trasladamos a Marie Reed, donde continuamos existiendo como un sitio de esperanza, inspiración y consuelo a muchos que nos rodean. Hemos sido capaces de tratar a generaciones de familias, estudiantes, vecinos, mientras que también la construcción de uno de los sitios para tener el personal de más larga permanencia y contando. Recientemente se jubiló una de nuestras proveedoras, Laura Worby, tras 21 años de servicio. Tenemos un equipo muy trabajador, dedicado e impulsado por su misión, que ha permitido el éxito continuo y, sobre todo, marcar la diferencia en la vida de nuestros pacientes con tanta pasión.» – Yasmina Castellanos, Gerente de Práctica Médica durante 18 años
«Soy un nuevo paciente en Marie Reed, y no podría estar más satisfecho con mi experiencia. Los proveedores son muy complacientes y adelantarán la hora de la cita en [your] si llegas antes de la hora programada. Todos son muy amables y dan buenos consejos sobre cómo controlar tu salud». – Letisha Vinson, Paciente de la Comunidad de Esperanza